Las conductas no deseadas pueden llegar a ser un problema en la convivencia familiar. En ocasiones no pasamos todo el tiempo que nos gustaría con el perro porque se convierte en un estrés continuo, en según qué situaciones, y se opta por dejar el perro en casa. Por ello, ofrecemos un servicio personalizado para rehabilitar estas conductas y que la familia pueda pasar tiempo de calidad con su perro.